domingo, 11 de noviembre de 2012


Relaciones de la empresa con la sociedad a nivel supra organizacional de acuerdo al modelo de Joseph Badaracco.

Las personas muchas veces, se enfrentan a situaciones en las que se tiene que elegir entre dos opciones que aparentemente, son igual de buenas. Y justamente, es a lo que Joseph Badaracco denomina “correcto vs correcto”. En el modelo de Badaracco, se resalta la importancia de saber reconocerlos, como momentos de la verdad que tendrán gran repercusión en nuestras vidas y en la historia de las organizaciones.
Sin embargo, muchas veces los ejecutivos que toman decisiones en las organizaciones, no se dan cuenta que se encuentran ante un momento de la verdad en el que todo está en juego. Según este modelo, los dilemas son presentados en tres niveles: la crisis de identidad moral, “managers in the middle” y el de carácter supra organizacional.

El tercer nivel, el de carácter supra organizacional es el más difícil de manejar, pues las decisiones que se tomen afectarán a muchas personas dentro y fuera del sistema organizacional, incluido gobiernos. Para el manejo de los dilemas supra organizacionales, Badaracco extrae tres preguntas que se analizarán, para una mayor comprensión, de acuerdo al caso de Bernanrd Madoff.
En el caso de Bernard Madoff, es claro que estuvo envuelto en un dilema de tipo supra organizacional, ya que la decisión de realizar la estafa basada en el modelo piramidal del “esquema Ponzi” no solo involucró a los accionistas y empleados de su empresa, sino también a los inversionistas, aseguradoras, bancos, gobiernos y personas famosas, ricas y jubiladas que habían confiado sus ahorros de toda una vida. Aquí se percibe que  la relación de la empresa de Madoff con la sociedad fue de cero importancia. Es decir,  que no tuvo el más mínimo interés en preocuparse por las personas que estaba afectando. Además, de haber causado graves daños a la situación económica financiera mundial.

De igual forma, se percibe una fuerte tendencias del “Yo-ísmo”, ya que para Madoff los demás no importaban, ni siquiera sus grupos de interés. Para rematar todo, no se debe olvidar que él era el presidente de la organización, la máxima autoridad, quien nunca le dio explicaciones a nadie sobre las jugadas que realizaba con el dinero.
Para la sociedad, Bernard Madoff era el presidente de su compañía. Aquél que desempeñaba un cargo muy importante para la organización y la sociedad en general. Además, del prestigio, fama y experiencia con la que contaba, cualquier decisión que tomara tendría un fuerte impacto en la sociedad. Al enfrentarse, a una decisión de carácter supra organizacional, Madoff tuvo que haberse hecho las siguientes preguntas:

  • ¿He hecho todo lo que he podido para asegurar mi posición y afirmar la fortaleza de mi organización?

Madoff pudo considerar que si lo hizo. Esto se puede percibir en todo lo que hacía para conseguir nuevos inversionistas y animarlos a invertir su dinero en la compañía. Invitaciones a cenas, almuerzos, etc. Sin embargo, sus valores son cuestionables, pues todo esto lo realizaba no con la idea de mejorar la rentabilidad de la compañía que traería ganancias a los accionistas e inversionistas, sino más bien para llenar sus mismos bolsillos, de un dinero que no le pertenecía. Para él, cualquier decisión que tomara estaba correcta, pues tenía una sola cosa en mente, que era mantener esa vida de lujo que poseía.
  • ¿He hecho todo lo posible para pensar creativamente en el rol de mi institución con respecto a la sociedad y a los constituyentes?

Esta pregunta al parecer no se la hizo o simplemente la dejó de lado. No pensó en el rol que tomaría su organización, frente a la sociedad o como ya se dijo, la relación fue de simplemente el desinterés. Es obvio, que la sociedad jamás se vería beneficiada con ningún tipo de estafa. Por tal motivo, Madoff debió haber terminado con todo desde un principio, ya que no sólo afectó a sus grupos de interés, sino también a él mismo.  
  • ¿En esta situación debo jugar al león-liderazgo inspirador emblemático, o al zorro -astucia y sagacidad?

En este caso, Madoff tomó el papel del sagaz zorro. Es decir, demostró ser un hombre astuto en muchos aspectos. Por ejemplo: Sabía cómo captar a sus inversionistas, el hecho de guardar su dinero en cuentas secretas, el utilizar el correo tradicional y los no conocidos e-mails. Además, de presentar a los organismos reguladores buenos y limpios reportes financieros. El astuto “zorro” sólo pensó en su bienestar económico y social, dejando a todos de lado. Asimismo, supo cómo manejar por si sólo toda esa telaraña de mentiras que montó, claro está que el teatro no le duró para siempre.


Fuentes:
Manual del curso Ética para los negocios 2012-02
http://www.iprofesional.com/notas/75943-Como-ideo-Bernard-Madoff-la-gran-estafa-de-la-que-habla-el-mundo.html
http://www.elmundo.es/america/2012/10/02/estados_unidos/1349145559.html
http://www.larazon.es/noticia/643-las-victimas-del-fraude-de-madoff-han-recibido-mas-de-la-mitad-de-lo-pedido





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